Consiste en la verificación para comprobar si todas las cosas ocurren de conformidad con el plan adoptado, las instrucciones transmitidas y los principios establecidos. Su objetivo es localizar los puntos débiles y los errores para rectificarlos y evitar su repetición.
Los gerentes siempre han encontrado conveniente comprobar o vigilar lo que se está haciendo para asegurar que el trabajo de otros está progresando en forma satisfactoria hacia el objetivo predeterminado. Establecer un buen plan, distribuir las actividades competentes requeridas para ese plan y la ejecución exitosa de cada miembro no asegura que la empresa será un éxito. Pueden presentarse discrepancias, malas interpretaciones y obstáculos inesperados y habrán de ser comunicados con rapidez al gerente para que se emprenda una acción correctiva.
Para que los controles funcionen tienen que ser especialmente adaptados a:
1. Los planes y puestos
2. Los gerentes individuales, y
3. Las necesidades para eficiencia y efectividad.
Así mismo deben estar diseñados par que se señalen también las excepciones en los puntos críticos, para que sean objetivos, flexibles, se adapten al clima organizacional, sean económicos y conduzca a una acción correctiva.
Las actividades importantes de control son:
ü Comparar los resultados con los planes generales.
ü Evaluar los resultados contra los estándares de desempeño.
ü Idear los medios efectivos para medir las operaciones.
ü Comunicar cuales son los medios de medición.
ü Transferir datos detallados de manera que muestren las comparaciones y las variaciones.
ü Sugerir las acciones correctivas cuando sean necesarias.
ü Informar a los miembros responsables de las interpretaciones.
ü Ajustar el control a la luz de los resultados de control.